"El hombre preguntó a la enfermera qué podría haber motivado a su compañero muerto para describir cosas tan maravillosas a través de la ventana. La enfermera le dijo que el hombre era ciego y que no habría podido ver ni la pared, y le indicó: Quizás
solo quería animarle a usted. Es una tremenda felicidad hacer felices a los demás, sea cual sea la propia situación. El dolor
compartido es la mitad de pena, pero la felicidad cuando se
comparte, es el doble."
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