"El hombre preguntó a la enfermera qué podría haber motivado a su compañero muerto para describir cosas tan maravillosas a través de la ventana. La enfermera le dijo que el hombre era ciego y que no habría podido ver ni la pared, y le indicó: Quizás
solo quería animarle a usted. Es una tremenda felicidad hacer felices a los demás, sea cual sea la propia situación. El dolor
compartido es la mitad de pena, pero la felicidad cuando se
No estas deprimido estas distraido, distraido de la vida que te puebla,
tienes corazón, cerebro, alma y espíritu entonces como puedes sentirte pobre y desdichado?
Distraido de la vida que te rodea, delfines, bosques, mares, montañas, ríos.
No caigas en sufrir por un ser humano cuando en el mundo hay cinco mil seiscientos millones,
además no es tan malo vivir solo, yo la paso bien decidiendo a cada instante lo que quiero hacer y
gracias a la soledad me conozco mejor.
No estas deprimido, estas distraido por eso crees que perdiste algo, lo que es imposible porque todo te fue dado, no hiciste ni un solo pelo de tu cabeza por lo tanto no puedes ser dueño de nada, además la vida no te quita cosas te libera de cosas, te alivia para que vueles mas alto para que alcances la plenitud.
De la cuna a la tumba es una escuela, por eso que llamas problemas son lecciones, la vida es dinámica por eso esta en constante movimiento, por eso solo debes estar atento al presente.
-¿Por qué bebes? -preguntóle el principito. -Para olvidar -respondió el bebedor. -¿Para olvidar qué? -inquirió el principito, que ya le compadecía. -Para olvidar que tengo vergüenza -confesó el bebedor bajando la cabeza. -¿Vergüenza de qué? -indagó el principito que deseaba socorrerle. -¡Vergüenza de beber! -terminó el bebedor, que se encerró definitivamente en el silencio. Y el principito se alejó, perplejo. Las personas grandes son decididamente muy, pero muy extrañas, se decía a sí mismo durante el viaje.