sábado, 28 de febrero de 2015

Despeinaros...

Cuando ya te das por vencido y crees que encontrar a alguien que conecte contigo de verdad es imposible, cuando menos te lo esperas, cuando vas a esa cena que no te apetecía nada ir y haces el esfuerzo, cuando te quedas a tomarte la última copa aunque los pies te duelan horrores, cuando te toca sustituir a tu compañero del trabajo y hacer ese viaje insufrible, cuando te quedas dormido y llegas tarde, cuando te apuntas a un plan donde no conoces a casi nadie...es entonces, cuando no estás pensando encontrarle, y zas! Aparece! Y probablemente tú no tengas tu mejor careto, el rimmel se te haya emborronado y lleves tu camiseta más vieja. Pero allí está el. Y Siempre he pensado que eso se nota en la primera mirada, o la primera vez que le rozas la mano sin querer. Lo que viene siendo el feeling, mariposas en el estómago, fuegos artificiales, explosión nuclear en el Pacífico...llámalo como quieras. Y entonces, ya no puedes quitarle el ojo de encima. Ay! Que sonrisa más mona! Ay! Que gracioso que se le achinan los ojos al reírse! Ay! Que chiste más malo ha contado pero cuanto me río! Ay! Está mirando a esa?...Y todas esas estupideces que pensamos cuando alguien nos hace tilín.
Empezar a conocer a alguien es precioso a la par que estresante. Te sobran las ganas pero te falta la confianza, y esto desemboca en momentos embarazosos. Y poco a poco, sin darte ni cuenta, te has enamorado, de sus ojos achinados, su sonrisa y sus chistes malos. Y nadie te mira como él. Y nadie te entiende como él. Y no quieres a nadie en este mundo que no sea él. Y lo cambia todo. Sin saberlo, llevabas toda la vida esperándolo. No es el príncipe que nos vendió Walt Disney de pequeñas, pero tampoco está mal oiga! Ahora hay alguien que se preocupa por ti casi más que tú misma. Y si eres una afortunada, lo mismo te dura para siempre, y si no, pues eso que te llevas, que en la vida puede haber varios de estos.
Enamorarse lo cambia todo. Incluso tu propia opinión sobre el futuro. Tu, que ya te veías como la tía soltera guay que lleva a sus sobris al cine a ver una peli de mas de 12 años, ay gamberra! Pues no! Ahora te vas a empezar a plantear cosas como compartir agua, luz y gas con el, a ver la idea de casarte como algo mas cercano e incluso tener churumbeles. Según mi madre a esto lo llaman madurar, pero yo no lo tengo muy claro. A cambio, ya no duermes sola, cuando estés mal no te va a faltar un abrazo, el día que te veas fea el se esforzará por piropearte en exceso, de vez en cuando te sorprenderá y los días de frío ya no serán tan fríos como antes. Y eso no tiene precio, así que disfrútalo y siéntete afortunada. Porque en medio de estas cosas maravillosas vendrá algún que otro traspiés...pero no pasa nada, todo se soluciona.
¿El truco? Despeinaros el uno al otro de vez en cuando.

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